La senescencia celular es una condición de detención del ciclo celular en la que las células dejan de proliferar a pesar de las condiciones de crecimiento favorables. Varias formas endógenas y exógenas de estrés pueden inducir el desarrollo de células senescentes, incluida la disfunción de los telómeros, daño persistente en el ADN, hiperglucemia, obesidad, y fumar, entre otros. La senescencia celular está involucrada en la embriogénesis (formación y desarrollo de un embrión), la cicatrización de heridas y la prevención del cáncer. Durante la embriogénesis, las células senescentes desempeñan un papel en el crecimiento embrionario y en el patrón de los tejidos. Cuando el cuerpo sufre una herida, las células senescentes liberan factores de crecimiento que contribuyen al crecimiento celular y a la curación de los tejidos. Las citocinas proinflamatorias liberadas por las células senescientes también sirven como señales para la activación de las células madre y el reclutamiento de células inmunitarias en la herida. En el momento de un daño persistente en el ADN, las células también pueden entrar en senescencia, lo que puede disminuir la disfunción orgánica y el riesgo de cáncer.
El término “homo sapiens” significa: hombre sabio y esta sabiduría según diversas teorías viene condicionada por el descubrimiento y control del fuego, cultivar agricultura, aprender a realizar objetos manuales para cazar… Esto nos conformó para ser capaces de digerir los alimentos de una mejor forma. Conseguimos ahora energía en nuestro sistema digestivo y permitiendo que nuestro celebro pudiera crecer, gastando más energía para desarrollarse (se calcula que el cerebro humano gasta el 25% de energía corporal cuando el cuerpo está en reposo), además mejoraron nuestras conexiones neuronales de tal forma que aumento nuestra perspicacia, sabiduría y cohesión de grupo. Sin embargo, esta sabiduría y capacidad de cooperación que nos permitió sobrevivir y prosperar esta en riesgo.
En un contexto más amplio, los humanos, al igual que sus células, también experimentan senescencia. A lo largo de más de 200.000 años de evolución, el Homo sapiens ha enfrentado un proceso de envejecimiento. ¿Es posible que nuestra especie, conocida por su sabiduría y capacidad de adaptación, esté ahora en un camino de declive? En términos biológicos, la senescencia implica el envejecimiento de las células hasta que dejan de dividirse, aunque permanecen activas liberando sustancias que pueden causar inflamación y daño a las células vecinas, contribuyendo así al cáncer y otras enfermedades. En paralelo, la humanidad parece estar sufriendo un tipo de senescencia social. El Homo sapiens, que alguna vez fue definido por su capacidad para socializar y adquirir conocimiento, ahora se obsesiona entre otras cosas, con la superficialidad de las redes sociales, preocupándose más por los «likes» que por las conexiones humanas, el conocimiento o simplemente disfrutar el momento sin tener que hacer multitud de fotos para crear contenido absurdo para sentirse socialmente integrado. Esta tendencia está llevando a una sociedad cada vez más individualista, menos tolerante y más ignorante, incapaz de abordar las preocupaciones reales que afectan a nuestra especie.
Estudios recientes muestran una disminución en el coeficiente intelectual por primera vez en décadas, un fenómeno conocido como efecto Flynn inverso. A pesar del acceso sin precedentes al conocimiento a través de la tecnología, se sospecha que factores como la mala nutrición, el deterioro de los sistemas educativos, el uso negativo de las redes sociales y la contaminación ambiental están contribuyendo a este descenso. Las soluciones propuestas incluyen reducir el uso de tecnologías en los centros educativos, mejorar la nutrición y fomentar habilidades analíticas. Sin embargo, la audacia y la perspicacia necesarias para sobrevivir en entornos naturales, como la caza o la agricultura, son difíciles de replicar en el mundo moderno.
Pongamos como ejemplo el fenómeno “Glovo”, algo que ha parece ser algo totalmente revolucionario y que se creó para solucionar problemas a la gente. Su funcionamiento es simple. Con una aplicación en un breve periodo de tiempo puedes tener lo que te apetezca y donde te apetezca. Esto no hace que no tengamos que cazar, si no que, ya nos hace que no tengamos ni que hacer la compra o cocinar si tenemos hambre resolver problemas complejos y desarrollar habilidades cognitivas robustas.
Otro rasgo humano singular es lo que nos muestra el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, ya que nos dice que, más del 25% de los jóvenes de entre 16 y 29 años se sienten solos en un mundo digital y cada vez menos social. Los cambios importantes en el comportamiento social no pueden darse en general sin mutacinones genéticas. La Catedrática de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, Almudena Hernando afirma:
“La gente joven no habla directamente, no llama por teléfono. Estamos dejando de saber construir identidad relacional, la sociedad está cada vez más individualizada y empieza a haber un nivel de sufrimiento emocional en la gente joven muy alto, empieza a haber problemas de salud mental, porque construir los vínculos y el sentimiento de comunidad es imprescindible. Estamos ya muy individualizados y la sociedad no nos ayuda a construir vínculos”.
“Cada vez tenemos mayor exigencia de productividad y cada vez hay más autoexplotación, no paramos de trabajar porque el orden social nos lo exige. Tenemos menos espacio para las relaciones, para el tiempo de ocio, para dedicarte a estar con tus amigos, porque eso está mal visto en la sociedad. Es como que no tienes ambición, que eres vago, que estás perdiendo el tiempo. Entonces, cada vez se está pudiendo construir menos la identidad relacional. Esto está llevando a un nivel de sufrimiento emocional que no existía en épocas anteriores.”
El Homo Sapiens senesciente cada vez es menos sabio y menos sociable. ¿Nos estará llevando esto a una involución o a una nueva revolución? Lo que nos diferencia de los chimpancés es la capacidad para cooperar, es imposible imaginar a 14millones de chimpancés viviendo juntos y organizados en una extensión de 2000km², sin embargo, son los habitantes que tiene la ciudad de Tokio. El humano coopera, crea vínculos, negocia, confía y si algo nos ha llevado a esta evolución es este hecho. Sería interesante reflexionar sobre la necesidad de reevaluar nuestras prioridades y fomentar un entorno que valore las conexiones humanas y el conocimiento profundo, esenciales para la verdadera evolución de nuestra especie.
Debido a la alteración de estos factores estamos modificando nuestro ADN esto es innegable, y esto nos podríaestar llevando a crear una nueva especie que estaría muy alejada de la que actualmente conocemos.
Aunque no podemos olvidar la increíble capacidad de adaptación que tenemos. En cuestión de décadas el humano es capaz de alterar sus estructuras sociales, sus relaciones interpersonales, estilo de vida laboral y económico y es posiblemente este hecho, el que nos ha llevado a ser la única especie humana superviviente en el transcurso de miles de años. Pero… ¿Seguirá siendo así?
BIBLIOGRAFÍA
1. www.nationalgeographic.com.es. 2023. El cociente intelectual está descendiendo por primera vez en décadas. Disponible en: https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/cociente-intelectual-esta-descendiendo-por-primera-vez-decadas_19756
2. “Cada vez tenemos menos espacio para las relaciones personales porque se considera perder el tiempo”. Disponible en: https://www.elcorreogallego.es/santiago/2024/02/01/vez-espacio-relaciones-personales-considera-97587049.html
3. Lifestyle interventions to delay senescence – PMC. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10940141/
4. Harari YN. Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad. DEBATE; 2014. 520 p.